Detrás de una víctima solemos encontrar a un ser humano con miedo de enfrentar su realidad. Las víctimas, para existir, deben tener a un victimario, un chivo expiatorio, y cuantos más sean, pues es mejor, porque así tendrán más recursos para esconder temores y fracasos.

 

Los victimarios más comunes se encuentran entre aquellos a quienes decimos amar y se la razón de nuestra existencia, al mismo tiempo los convertimos en causantes de nuestras pesadas cargas . Sin nuestros victimarios la vida perdería sentido porque los actos frecuentemente “HEROICOS” de una víctima no encontrarían sustento ni justificación alguna.

 

Las víctimas viven muchas facetas y su vida es una permanente actuación. Un actuar en contra de si mismas y también de los demás. Una actuación que termina por confundirlas pues a la larga será más difícil distinguir a la verdadera persona de entre tantas mascaras que ha fabricado.

 

LA CAPACITACION ES LA BASE PRINCIPAL DEL AVANCE EN LA POBREZA

DE LOS ESTADOS Y MUNICIPIOS,

SI CONTAMOS CON HOMBRES, MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS SANAS E INFORMADAS, TENDREMOS

PUEBLOS SANOS.